LIQUIDACIÓN
¿Será
necesario contar la vida de otra persona para entender la propia?
“Los recuerdos son como perros abandonados,
vagabundos, nos rodean, nos miran, aúllan (...); querrías ahuyentarlos, pero no
se marchan”.
Imre Kertész.
Antes de iniciar esta reseña,
cuestiono lo siguiente: ¿Será necesario contar la vida de otra persona para
entender la propia? Indago esto, puesto que, el personaje de la historia,
Keserü, profundiza con la anterior inquietud, él necesita contar la vida de B,
su amigo, el escritor suicida, para entender su propia vida. Keserü guiará al
lector por un camino de incertidumbre, donde el conflicto interior y la
necesidad de la búsqueda personal, se verán estrechamente unidas en la persecución
de una respuesta. Es decir, establece un punto de comparación entre la vida de Keserü y
la de B para poder sacar conclusiones.
Liquidación narra la vida de Keserü, un individuo
que no encuentra sentido a su vida, pasa tiempo observando a los indigentes de
la calle, como si en ellos pudiera encontrar respuesta a su inquietud. Keserü
trabaja en una editorial y ha recogido los manuscritos de B, el escritor
suicida, entre ellos busca la novela inédita y sin embargo, termina revisando
su propia vida. Cuando el protagonista se sienta a ojear los manuscritos que ha
recogido, se lleva la grata sorpresa de encontrar una obra de teatro llamada Liquidación,
inmediatamente le llama la atención el hecho de que sus amigos de la editorial,
Kurti, Sara, Oblat y él mismo, se encuentra en la obra de teatro creada por su
amigo B.
Estas extrañas situaciones confunden
mucho a Keserü y lo hace aún más cuando este advierte que en la obra de B, él
es el personaje e igualmente ha recogido los manuscritos de su amigo. Esto demanda
una gran confusión en el personaje que ahora no entiende si su existencia
transcurre en la vida real o en la obra de teatro: cada lugar, cada
conversación, cada situación sucede de la misma forma, como se menciona a
continuación: “Lo llamativo era, sin
embargo, que cuando la escena se produjo en la realidad, casi calcada palabra
por palabra, la persona que había escrito la obra y la escena en concreto ya no
vivía” (Kertész, 2004 p.18).
La anterior posición conlleva a
Keserü, en primer lugar a buscar los motivos que llevaron a su amigo al
suicidio, quien además compartió momentos de trabajo con él. En segundo lugar
lleva a Keserü a reencontrarse con su amor Judit, médica y ex esposa de B.
Después de conversar con Judit,
Keserü se da cuenta que B tuvo una vida sumamente complicada por el solo hecho
de ser judío Odiaba el nombre que había recibido de sus padres, como odiaba
a sus padres y a todos cuantos habían causado su existencia, dijo, en una
ocasión (Kertész, 2004 p.41). En la cita mencionada muestra el
remordimiento y odio por todos aquellos que dieron lugar a su existencia, el
nacer en un campo de concentración y todo el destino de ser judío lleva consigo
un tormento interno. Luego de entender el caos de la vida de su amigo, Keserü
termina comprendiendo su propia vida, puesto que, solo a través de su amigo
pudo entender y dar sentido a su existencia.
Liquidación es una novela que cuestiona si
realmente nos conocemos a nosotros mismos, o si por el contrario entendemos
nuestra realidad a través de la vida de otro sujeto. Es así, como el
protagonista se ve involucrado dentro de la novela, a medida que lee su propio
personaje dentro de la otra historia de B, llevándose la triste sorpresa de que
la vida de su amigo B, fue realmente más complicada que su propia existencia, a
la cual no le encuentra sentido. Sin embargo, es a partir de ese momento que Keserü comprende no solo la vida de su amigo,
sino que al mismo tiempo encuentra sentido a la suya.
Esta es una novela que confronta al
individuo, induce a cuestionamientos como: ¿Es necesario narrar la vida de otro
sujeto para entender la mía?, ¿Realmente encuentro sentido a la vida?, ¿Cada
individuo tiene su propio caos?, ¿Qué representa el suicidio? o sencillamente
estoy a la deriva. Éstas son algunas de las preguntas inquietantes que me
surgen, me hacen pensar y termino dando la razón al autor de la novela Imre
Kertész, que a lo largo de la historia invita al individuo a indagar sobre su
existencia. Muchas veces al igual que le pasa al escritor suicida, las personas
terminan suicidándose al llevar una vida íntimamente caótica. Dentro de cada
uno como individuo existe nuestra propia incertidumbre.
Para dar una posible respuesta a las
inquietudes se puede decir que el
personaje de la novela Keserü realmente necesita narrar la vida de su amigo en
vez de la suya, para poder entenderse a sí mismo, es decir, que su vida dentro
de la novela está ligada a las vivencias de su amigo el suicida e incluso poseen
el mismo nombre. Por lo tanto, su amigo B, de nuevo ha recreado a todos los amigos dentro de una obra de
teatro. Por un lado resalta la gran
inquietud de la existencia del individuo, donde se presenta la poca importancia
de la misma vida, esta poca importancia de manera clara se presencia en la vida
de B, al igual que la vida de Keserü.
Cada uno de ellos como sujetos tiene su propia preocupación, nos enteramos
del caos de la vida de B, a medida que su amigo encuentra la obra de teatro y en
ella de manera simultánea se empieza a narrar su vida, su infancia, la
incertidumbre del ser judío, el recuerdo en los campos de concentración y el deseo
anticipado de quitarse la vida. En muchos casos el suicidio se puede presentar a
manera de escape de la realidad y el sufrimiento, donde de una manera u otra,
representa el fin de la vida caótica que llevaba hasta ese entonces B.
Además, el suicidio representa en B, tranquilidad
y una salida a su situación social por el hecho de ser un judío. También nunca
conoció a su padre, motivo por el cual tampoco quiere traer un hijo a una vida
tan miserable, en esa búsqueda ha tomado la decisión del suicido, la cual anhela como
una especie de sueño que nos libera de una breve e infeliz inexistencia, que la
vida no tiene sentido si solo nos esperan sufrimientos y que lo más razonable
en esas condiciones es ponerle un término (Cohen, 2007:151).
Se puede resaltar que el suicido es
un uno de los temas recurrentes en diferentes novelas de la literatura: Edipo Rey, Joven Werther etc. El
lenguaje y la creatividad del escritor
es observar algunos problemas de la condición humana, Liquidación no es la excepción sobre
dicho tema. Por un lado, cada personaje
de la novela debe ser único y debe tener algo de la condición humana, es por
eso que cito lo siguiente un personaje de
la novela debe ser un hombre como cualquiera de nosotros, y aquello que puede
sucederle debe ser tan imprevisible como lo que nos puede suceder a nosotros
(Eco, 2004: 229).
El título de la novela, Liquidación,
y el nombre de la historia, que tiene el mismo título, se puede entender de dos
maneras: la primera, el suicidio de B y desenlace final, la segunda, el fin de
la relación de Judit y él. En estas dos interpretaciones se termina destruyendo
la vida de B como judío, al igual que su vida amorosa con Judit. También
presentan dos historias: La historia del escritor suicida llamado B, con una
vida complicada y la mísera historia de Keserü, un sujeto que no encuentra
sentido a su vida. Lo resaltante de esto, es que tanto el personaje y nosotros los individuos entendemos y parecemos conocernos
de acuerdo a las configuraciones que nos brinda la sociedad, sin embargo, cada
sujeto lleva su propio remordimiento, pero sólo podemos comprendernos a
nosotros mismos en el momento que narramos la vida de otro individuo: sencillamente
no nos conocemos, es la gran inquietud que se puede resaltar de la novela.
La estrategia que radica en la
novela, es crear una ficción dentro de otra, donde ambas historias tiene los
mismos personajes, acontecimientos, conversaciones y hechos; manifestando que
esta novela es un modo de entender que contando o narrando la vida de otra
persona podamos entender la vida que llevamos como seres razonables. Y es uno
de los cuestionamientos que se hace el hombre contemporáneo, la existencia del
ser ante la sociedad, consigo mismo y el suicidio que se presenta en la vida
del ser humano.
Por lo anterior, invito a todos los
lectores adolescentes y adultos a leer esta novela titulada Liquidación,
escrita por el novelista, escritor y periodista húngaro Imre Kertész, que fue
publicada en el año 2004. Sólo leyéndola, lograremos cuestionarnos, así mismo
podremos entender el caos que tenemos en nuestras vidas.
Bibliografía
Kertész, I. (2004). Liquidación. Madrid:
Alfaguara.